De las sagas de Naecodlog...

Lugar de armonía; entorno en sintonía con las cosas que vemos o sentimos.
Compartamos lo que sea; en algo tan pequeño como una flor... o tan grande, depende de como se vea.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Di adiós por mí

Para la disciplina, mi mente no es un lugar de dudas y miedos; no se puede volar sin tener un pie sobre la tierra. Para los androides, se basa todo en disciplina programada.
Y a veces fui obligado a sentirme como lo que soy, un ser humano. En contra de reglas y en contra de la forma en que nací.

Ahora estoy de pié tras los vidrios de una enorme plataforma gris. Donde minutos en el pasado había estado en un pequeño cuadrado gris, rodeado de sogas elásticas y luces: de esas que queman la retina y algo más, si uno no enfoca en el objetivo.

El rugido del enorme dragón seguido del zumbido de sus estáticos aleteos, me hacen recordar el previo entusiasmo de la muchedumbre pidiendo más sangre a los puños manchados de un rojo claro. Los altoparlantes de la torre de control, eran mi mente que se apresuraba a decirme como tenía que actuar… esa disciplina por momentos apartada.

Tras el vidrio radiante y perfecto, yo, que lo veo roto a fragmentos cayendo infinitamente al duro concreto de la playa, sin nunca llegar a transformarse en polvo de cristal… te busco. Te busco con la esperanza de creer que te encuentras respirando tras mi cabellera enrulada y mi nuca, que otro dragón no te haya cargado a su vuelo.

Salí corriendo luego de las batallas ganadas, importantes para mi espíritu y mi honor, con un haz de luz de esperanza entre mis ojos.

El dragón se desliza por el camino de antorchas, y te busco entre los ojos de bueyes, algún reflejo que me indique tu presencia. Pidiendo que el derrumbado vidrio me ofrezca la fluorescencia que necesito de entre tanta mezcla de luces.

Tenías razón cuando me dijiste aquel día que la belleza de mis ojos es un pecado. Lo mucho que me cuesta ver la luz. Y así veo cuan acertada que estás.

Por tomar la espada antes que el corazón, tal vez, estoy perdiendo lo que parece una silueta entre cientos de ojos que se elevan al cielo.




Maxwell Walt.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Les



Maxwell Walt.