De las sagas de Naecodlog...

Lugar de armonía; entorno en sintonía con las cosas que vemos o sentimos.
Compartamos lo que sea; en algo tan pequeño como una flor... o tan grande, depende de como se vea.

sábado, 15 de agosto de 2009

Una dedicación espontánea

Siento que cuanto más me enrollo en el inevitable crecimiento, más aún ocupado estoy.

Ya es de noche (para un trimestre obscuro de invierno), me equipo con el revestimiento marcial y corro a entrenar. Corro porque vivo una vida a contrahorario, pero a mis horarios al fin; como sea vale más la actitud. Entonces hago caso omiso a lo que es un horario 'justo a tiempo' y me concentro a adiestrarme.
Más de la mitad del lapso acondiciono mi cuerpo de manera solitaria. ¿Creen que es malo? Puede serlo... se está mucho más limitado a otros ejercicios importantes.

Pero no hay que desvariar, porque yo comencé escribiendo de mis ocupaciones adversas.

Surgió al encontrarme con un grupo de viejas amistades del colegio; concibo la idea de que saben lo que siento. Encontrarse con gente que al verla, atendés el tiempo que estuviste alejado, la otra senda que tomaste. No a mala gracia, por los simples caminos de la vida sino. Y me habló un viejo colega: muchos minutos de debates sobre temas musicales que me entretienen a montones [de los pocos temas que coincido muy libremente con la mayoría de la gente]; anclando en el tema del tiempo y los rejuntes, despúes de mucho parlotear llegamos a la conclusión de que no hubo descuelgue por parte de uno de nosotros en especial.

Me llevo algunas horas de meditación activa remembrando los momentos con la gente que alguna vez, allá, me dijeron que me tome algún tiempo de media-tarde con ellos.
Al menos tomate un té, conmigo, el domingo- dijeron por ahí. Bueno... después de todo es la única jornada que tengo realmente libre.

Me ha llevado a pensar este rejunte, y en el terrible día primaveral de hoy, en pleno invierno de agosto (previo al estallido de una tormenta, con posibles granizos... mi auto... dios querido...). Todo esto sumado a una reciente lesión que no es muy grave, pero estamos hablando de esta molestia en pleno día donde hay más agua que materia compuesta de oxígeno.

De seguro si hubiera ido a entrenar en mi preferido sábado; exepto este acuoso, me hubiera exedido en los primeros demenciales ejercicios tradicionales chinos.

Llegó la hora en que tengo un tiempo para mí {y los demás...} a aprovechar.
¿No es así? ¿No es importante?

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